sábado, noviembre 20, 2010

Contra la Indecencia a la que está Valorada la Educación Artística

Un poco de razonamiento para argumentar contra el empobrecimiento que podría hacer Joaquín Lavín en la educación, al eliminar horas de Historia y de Ciencias en los colegios. Podemos imaginarnos que las grandes obras aparecidas en nombre de la creatividad nacieron en ambientes muchas veces hostiles, donde el entorno no podría dar reconocimiento ni valoración de forma automática, pero si partimos el debate desde grados de cuestionamientos tan básicos y dañinos como "¿Damos facilidades o dificultades al desarrollo creativo?", puede ser posible que muchas realizaciones sean pasadas a llevar dentro del convencimiento utilitarista que deberán dar a entender los colegios sobre los énfasis en sus aulas de clases. Que nosotros creamos que la educación fue (o es) un tubo para ser empleados con la mayor fluidez posible en los engranajes establecidos puede ser un error generacional, pero si en algo podemos cambiar el destino de las creatividades del mañana, no le achaquemos nuestros errores ni nuestras tan pocas "alturas de mira" sobre lo mínimo que deberíamos garantizar en un sistema educativo. Dejemos de pensar en la creatividad como un medio utilitarista-comercial (hasta el momento, su innovación sólo ha hecho cambiar las necesidades de los usuarios), ni tampoco como una terapia psicologista (utilizar el arte para limpiar faltas de atención por padres ausentes). La creatividad y el arte debe ser su REALIZACIÓN, nada de fines, nada de conclusiones, FIN AL MAS-ALLÁ. Piensen que ni con la vida propia podemos dar fin a nuestra madurez. No le debemos nada a este sistema, él no está ni estará a la altura de nuestras vidas: llegamos después que ellos. El desarme será inminente, no todavía, pero será. Y nos caeremos todos de una buena vez del maldito barco del miedo que nos han construído, y no sabremos nada(r).

No hay comentarios.: