¿Cansado de leer tanta lucha al tedioso y rasca solipsismo
local por parte de los libros y películas de Alberto Fuguet? He aquí una
alineación política significativa:
Película “Música campesina (2011)” o la hermandad entre chilenos y estadounidenses
La crítica local que ve en la obra de Fuguet excesiva
fastuosidad personal patentada en la apropiación de espacios o temas
(Aeropuertos, Hollywood, “la práctica burguesa de ver cine”), deberá expresar
sus inquietudes ante la última película de Fuguet. “Música campesina” es, antes
que todo, una película dedicada al pueblo de Chile, y dedicada al pueblo de
Estados Unidos. 50 y 50. Algo que nosotros podremos ver de una realidad que aún
no hemos querido hipotetizar al respecto (el chileno como sobrante de una sociedad
especializada) y de un curioso pueblo estadounidense que no estaría jalando McDonald’s
todo el día, sino que vive sencillo, aprendiendo de este sudamericano, que no
sólo posee “acento” para conquistar mujeres, sino que es más desorganizado, más
desconectado, siendo nuestra presencia para ellos motivo de una secreta
admiración.
Con esta película los chilenos (incluyéndome) podremos
volver a estrecharle la mano a un estadounidense, sin rencores, más allá de ese
tenso pasado político en común. Aquí los opinantes pro o contra USA tendrán que
darnos explicaciones de su fanatismo ¿Cómo es posible que la enseñanza de una
lengua extranjera tenga que cargar con una carga moral nacida de un juicio
histórico mantenido hasta la actualidad? ¿Por qué creemos que sólo “países
pobres”, tales como los estereotipados países de México o Cuba, tengan que
cruzar sus fronteras para ser mano de obra barata del “sueño americano”? El
espalda mojada, querámoslo o no esta vez, es un chileno, y pagará duro su
empleabilidad laboral no calificada. ¿Los espectadores podrán sentirse más
conocedores de USA? No lo sé, nunca he ido para allá. ¿Se cuestiona el
prejuicio a priori al país “imperialista”? Mucho, y esta exposición política
que hace el autor de su visión internacional, dejará algunas bocas en el
camino, teniendo que seguir adelante, ya dejando de odiar a un pueblo sin conocerlo,
o tratándolo mejor que a un propio compatriota sólo porque viene de un país “rebosante
de dinero y cultura”, sino que se le podrá volver a ver como es: otro humano
del 2011 aprendiendo a vivir.
Finalmente, “Música campesina” (o “Country Music” para
ellos) podría definirse así: Una entrega de autoestima nacional e internacional,
teniendo a dos pueblos hermanos víctimas de un fundamentalismo político pasado:
por la reconciliación entre chilenos y estadounidenses, no sus gobiernos.

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