Nadie Sabe Lo que Hace

Mientras moral y filosóficamente se exige que tomemos autoría de nuestras experiencias, podemos tomar un camino alternativo que a ellos los hará sentirse más solos en su trasnochada consejería altruista. No sepamos nunca qué estamos haciendo. Cualquier conclusión propia de nuestras obras y acciones significará la limitación de ellas para hacérnoslas más comprensivas, y para levantar un fundamento por si nos piden alguna explicación sobre ellas. No saber y Hacer, es un campo en el que aún hay muy pocos frutos en el pasto, y los que se encuentran aún poseen ese gusto final autorreprimido. Dejar la interpretación para los otros sólo sirve para los que desean creer profundidades en nuestras acciones, pero a nosotros no nos corresponde esa especulación si estamos haciendo la acción. No sepamos nunca qué estamos haciendo. Por ejemplo, en mi caso es el tacto el que me está esperando.